Este ha sido el primer verano de LoveFromIreland.ie y muchos de vosotros habéis estado creando imágenes de postales personalizadas tal y como yo me lo imaginaba: enviándoos fotos disfrutando de vuestras vacaciones en lugares preciosos de toda Irlanda. Es genial. También hemos estado muy ocupados enviando postales entre amigos dentro de Irlanda e incluso ha habido una minitendencia muy divertida en la que la gente se enviaba fotos mientras sostenía en alto las postales que había recibido. ¡Qué gracioso! Me encantaría compartir algunos de estos momentos, pero no lo haré, por supuesto: vuestras fotos son vuestras y tenemos una estricta política de privacidad que siempre respetaremos. ¡Estamos aquí solo para imprimirlas y enviarlas por correo, y eso es todo!
Este artículo es para aquellos a quienes les gusta la idea de crear su propia postal fotográfica pero no pueden tomar una foto decente ni para salvar su vida. Yo también estoy en ese grupo, pero hay un par de trucos que pueden usar para asegurarse de capturar su mejor lado (y no capturar accidentalmente el ojo vago o las tres papadas que nunca supieron que tenían). Siga leyendo y, al final de este artículo, estará tomando fotos de postal perfectas.
1. Que haya luz (pero no demasiada)
La primera regla para tomarse un selfie: la iluminación es tu mejor amiga. La luz natural es ideal, así que colócate cerca de una ventana si no estás al aire libre. Pero (y este es un gran pero) no te pares directamente bajo el sol brillante, ya que creará sombras poco favorecedoras y te hará entrecerrar los ojos. Lo que buscas es una iluminación suave y uniforme. El punto ideal es donde la luz llega a tu rostro de manera uniforme, ¡haciéndote brillar como un ángel!
2. Colóquelo en el ángulo correcto (evite el desastre de la papada)
¿Quién no ha hecho esto ? Sacas una selfie que crees que va a ser genial y luego descubres que, de alguna manera, te ha salido una papada. ¿La solución? Sostén el teléfono ligeramente por encima del nivel de los ojos e inclina un poco la cabeza hacia arriba (esto estirará el cuello y definirá la línea de la mandíbula). Experimenta inclinando el teléfono hacia un lado para lograr un ángulo más alegre. La clave es probar diferentes cosas y descubrir qué funciona mejor para la forma de tu rostro. Además, la mayoría de los teléfonos tienen una configuración que te permite tomar una ráfaga de fotos, así que actívala y toma varias fotos; nadie tiene por qué saber que te tomó 20 intentos obtener esa foto que se ve perfectamente natural.
3. Composición (utilizar la simetría o la regla de los tercios)
No tengas miedo de llenar el marco y centrarte en el centro de la imagen. O experimenta con la "regla de los tercios" imaginando que tu pantalla está dividida en una cuadrícula (la mayoría de los teléfonos incluso tienen una configuración que superpondrá esta cuadrícula por ti). Entonces, si estás capturando una vista fabulosa como fondo, coloca tu punto focal (¡tú!) donde se cruzan las líneas de la cuadrícula para lograr una composición más interesante. Y si no estás mirando directamente a la cámara, asegúrate de estar "mirando" hacia el centro de la imagen en lugar de hacia afuera para atraer la mirada del espectador hacia la foto también.
4. Acérquese y conozca más a fondo
Si la cámara de tu teléfono tiene un modo retrato, ¡pruébalo! La cámara debe estar a aproximadamente 1,5 m de distancia para obtener una foto óptima. Si la colocas más lejos, el fondo se verá demasiado borroso y no se verá natural. Asegúrate de estar enfocado y sujeta la cámara a la distancia de tu brazo. Mejor aún si puedes pedirle a otra persona que te tome una foto mientras posas frente a una vista increíble.
5. Edición: tu arma secreta
Antes de subir esa selfie como imagen de postal, una pequeña edición puede ser de gran ayuda. Comienza por recortar la foto para eliminar cualquier fondo no deseado y centrar la atención en ti. Luego, experimenta con los filtros básicos de tu teléfono. Un pequeño retoque puede mejorar los colores, suavizar la iluminación intensa o agregar un brillo cálido. O puedes probar algunos de los filtros y luego volver a la foto original sin filtros, dándote cuenta de que te ves bastante bien sin necesidad de mejoras de color. Solo ten cuidado de no exagerar: ¡la sutileza es clave! Buscamos la espontaneidad en lugar de "Acabo de salir de una sesión de fotos para una revista después de cinco horas de retoques".
6. Consejos para lucir lo mejor posible
- Evite la papada: vale la pena repetirlo: mentón ligeramente levantado, cámara inclinada hacia abajo.
- Muestra tu mejor lado: todos tenemos un “lado bueno” (aunque no queramos admitirlo). Si un lado de tu rostro se ve mejor en las fotografías que el otro, reconócelo.
- Oculta lo que no te gusta: ¿No te gusta tu frente o tienes un grano molesto en la barbilla? Recórtalo. O prueba a usar un desenfoque suave o un filtro suave si quieres desviar la atención de una mancha o una arruga. La belleza de los selfies es que tú controlas lo que la gente puede ver.
- Mira a la cámara y sonríe: lucirás radiante. Una sonrisa es lo único que te hará lucir naturalmente mejor.
Tomar selfies geniales se vuelve más fácil con la práctica. Y cuanto más juegues con diferentes ángulos, iluminación y ediciones simples como el recorte, más confianza tendrás. Y, bueno, si se necesitan un par de fotos para que quede bien, ¿a quién le importa?
Coge tu teléfono, busca una buena luz y empieza a fotografiar. ¡Tú puedes!
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